En la época del Padre Hurtado, no se hablaba de solidaridad, por lo tanto en sus escritos no encontramos esta palabra. Él se refiere a caridad, sin embargo, muchos de sus contemporáneos entendían por caridad, dar a otros lo que pudieran, siempre y cuando no dañara su patrimonio, es decir, se mal usaba este gran valor cristiano. De ahí que el santo chileno cuestionaría a la sociedad de su época, planteando la interrogante si Chile era realmente un país católico. En la primera mitad de Siglo dominaba profundamente la pobreza y la desigualdad, producto de la injusticia social imperante, al Padre Alberto Hurtado esta realidad le dolía profundamente y hoy sus frases nos siguen motivando a re-pensarnos como comunidad solidaria. Meditemos la siguientes frases: ”La fidelidad a Dios si es verdadera debe traducirse en justicia frente a los hombres, La caridad comienza donde termina la justicia, Debemos ser justos antes de ser generosos, Dar hasta que duela”, La injusticia causa enormemente más males que los que puede reparar la caridad acabar con la miseria es imposible, pero luchar contra ella es deber sagrado”. En este mes reflexionemos en cómo hacemos vida este valor que nuestro santo chileno hizo vida.